Al año de hacer bodyboard, decidí iniciarme en el
surf. Fueron una mezcla de varios factores.
Mi hija se fue de Erasmus dejando en su habitación las
dos tablas de surf que tenía por aquella época, una 6’8 “ y
una BIC 7´3”. Un buen día un amigo me comentó que por qué no cogía una tabla de
surf ya que me pegaba más. Él consideraba que tenía espíritu surfista ¡Esta ha
sido uno de los mejores cumplidos que me han hecho!
Por la tarde me dirigí a la tienda Tactic y allí
también salió el tema. Explicando lo bien que me lo pasaba con mi body otro
amigo me dijo: ¡y eso que no has probado el surf!
Estas dos frases me dieron mucho que pensar y fueron
las que consiguieron que me lanzase a esa nueva y apasionante aventura del
surf.
En aquella época no estaba de moda el surf en Cataluña y yo solamente conocía una pequeña escuela de surf . Debido a mi avanzada edad, tenía 50 años, me dio vergüenza solicitar unas clases.
Mi primera ola os la explicaré en otro post ya que
creo que se merece una atención especial.